guardianes de sueños

Antonio Tapia resume su proyecto pictórico Guardianes de sueños con una rotunda declaración: “El hilo conductor de la exposición se muestra en los iconos amables que representan los muñecos humanizados y en la acción de juego como actitud y preparación para enfrentarse a las situaciones futuras de la vida”.

El pintor explora en un universo fantasioso y complejo…, de ensoñaciones, o de la idea que los adultos adquieren cuando se paran a mirar unas piezas iconográficas que pertenecen al mundo de los niños. Los pensamientos del artista le llevan a interactuar conscientemente entre las tres esferas mentales: el consciente (obrar en pleno uso de facultades), el inconsciente (memoria heredada y adquirida) y el subconsciente (experiencias restrictivas e independientes de la voluntad del individuo). 

Las obras de Guardianes de sueños sobresalen por una pulcritud brillante en la ejecución y por la simbología conceptual trasladada a los escenarios dialogantes en los que habitan niños, niñas, figuras y elementos de formas simples en sus inicios y de concienzudo diseño posterior, creados para entretenimiento de varias generaciones.

El crítico de arte alemán Franz Roh (1890-1965) utiliza por vez primera el concepto “realismo mágico” en un libro que data de 1925. Años antes, en 1900, aparece en algunas librerías “La interpretación de los sueños”, donde Freud expone la tesis de que “los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, como se creía hasta el momento, sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido”.

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